Experiencias alineadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible presentadas por Gobiernos Locales y Otros Actores a los Premios Progreso

Programa participativo de integración social y urbana. El caso de los barrios Rodrigo Bueno, Playón de Chacarita y Villa 20 de la ciudad de Buenos Aires

Objeto

La política de integración y participación de los barrios y asentamientos vulnerables, tiene como objetivo integrar a más de 250,000 personas que viven en estos barrios.
Los beneficiarios directos, objeto de este proyecto, son las 40.000 personas que viven en los barrios Villa 20, Rodrigo Bueno y Playón de Chacarita. Estas familias no son sólo el objeto de la política sino que son parte de su diseño e implementación a través del proceso de participación.

Principales líneas de actuación

El objetivo general es la Integración Social y Urbana de la villas es la de generar condiciones de habitabilidad que permitan el desarrollo de una vida digna, plena y con igualdad de oportunidades para todos los habitantes de los barrios vulnerables de la Ciudad. En dicha intervención la participación comunitaria resulta estructuradora de todo el proceso y es uno de los aspectos más significativos del proceso de integración llevado adelante. En este sentido el “proceso” resulta igual de importante que el “proyecto” para la sostenibilidad del programa.
El PROYECTO DE INTEGRACIÓN se desarrolla a través de tres dimensiones. Cada dimensión tiene tres líneas de trabajo y a su vez un indicador para medir el impacto.
• La integración Habitacional: para que las familias puedan vivir en una vivienda adecuada. Esto implica la conexión a redes de servicios básicos de infraestructura a cada vivienda, de manera que las mismas puedan integrarse al sistema de cloacas, electricidad y agua potable de la ciudad. Además implica el mejoramiento de viviendas (por esponjamiento, por apertura de calles y/o pasajes, por riesgo de derrumbe, por hacinamiento) y la construcción de viviendas.
• La Integración Urbana: conexión del barrio con el resto de la ciudad a partir de la generación de condiciones similares de servicios y conectividad (calles, veredas y transporte público).
• La integración Socio-Económica: busca el desarrollo del potencial y oportunidades de cada vecino a través de equipamiento social (acceso a salud, educación, atención comunal y cultura) y la posibilidad de generar emprendimientos y oportunidades de empleo.
• Estas tres dimensiones están atravesadas por el PROCESO PARTICIPATIVO que se lleva adelante entonces en la medida que avanza el proyecto. En primer lugar se conforma la Mesa de Gestión Participativa donde participa el IVC, otros organismos del Estado, delegados y vecinos de los barrios como así también organizaciones sociales y religiosas que tengan presencia en el mismo. Luego se llevan adelantes las reuniones y talleres participativos dónde se trabaja y llega a los acuerdos en cuanto a la definición y toma de decisiones de los proyectos. En estas mesas se le presenta a la comunidad las diferentes alternativas de los proyectos de cada barrio y se analiza colectivamente con los vecinos. Se vota y firma el proyecto urbano. El objetivo de estos encuentros es la construcción de un proyecto consensuado entre todas las partes.

Justificación

El Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se propuso en el 20Premiado5 no solo mejorar las condiciones de vida de las 250,000 personas que viven en las villas y barrios más vulnerables en condiciones de vulnerabilidad sino también integrar estos barrios a la trama urbana de la Ciudad. Estas personas viven en hacinamiento y falta de acceso a servicios básico. Asimismo suelen no tener acceso a transporte y espacios públicos de calidad, así como también tener una falta de acceso a centros de salud, educación y oportunidades laborales.
La política del Gobierno es que todos sus vecinos tengan los mismos derechos y oportunidades. El “derecho a la ciudad” implica el acceso a la vivienda, a equipamientos sociales (hospitales, escuelas, centros de recreación, etc.), al espacio público, a todos los servicios; implica también el estímulo a la productividad y a la innovación local, la sustentabilidad ambiental, el reconocimiento de las diversas expresiones culturales y su convivencia, y la profundización de la participación, discusión e institución política de la totalidad de la población.
En este sentido, la Ciudad ha tomado importantes medidas para fortalecer sus instituciones, políticas y programas relacionados a la vivienda y con la precariedad en villas y asentamientos entre los que se destaca este Programa Participativo de Integración Social y Urbana del Instituto de la Vivienda de la Ciudad. Su carácter innovador tiene que ver no sólo con la forma de integrar estos barrios sino con la forma de hacerlo: a través de la participación de los vecinos en la toma de decisión. De esta forma al Gobierno promueve la democratización de los derechos y también las sustentabilidad de las políticas implementadas.

Resultados obtenidos

Los primeros resultados de estos cuatro años de gestión muestran que la participación en la implementación de una política pública puede ser masiva, profunda y efectiva.
1. Masiva, porque se logró la participación del 70% de los residentes de los barrios:
• Más de 1.500 instancias de participación.
• Más de 6.200 familias (20.000 personas) que participaron de estas instancias.

2. Profunda, porque se logró el conceso de temas tan importantes como son la definición de dónde van a vivir los vecinos y dónde se realizará la apertura de las calles. Votación y aceptación de:
• Tres leyes de urbanización, una para cada barrio, y la conformación de los espacios legitimados para la toma de decisión colectiva.
• El diseño completo de los tres nuevos barrios y el diseño de las viviendas.
• Apertura de 15 nuevas calles y pulmones de manzana correspondientes.

3. Efectiva, porque la participación no solo no frenó el avance del programa sino que en 3 años se logró:
• Construcción de más de 4.000 viviendas nuevas
• Construcción de más 145.000 metros lineales de infraestructura para servicios públicos.
• 1.800 familias mudadas a viviendas nuevas.
• 8 aperturas de calles y aperturas de patios dentro de las manzanas para generar ventilación e iluminación.

Caracteres innovadores del Proyecto

La innovación de este proyecto es doble. Por un lado, el carácter más innovador del proyecto es que la totalidad del proceso de diseño urbano y arquitectónico y la totalidad de las obras llevadas adelante se basan en las definiciones establecidas por los mismos vecinas y vecinos de los barrios. El proceso se desarrolla conjuntamente con los vecinos de cada barrio, analizando y gestionando las distintas visiones y propuestas.
Por otro lado, es también innovador que el proyecto no sea de “urbanización” sino de “integración” de estos barrios. Comúnmente la política de urbanizar barrios vulnerables tiene que ver con proyectos que mejoran las viviendas y la infraestructura pero sin generar relación con el resto de la ciudad. En este sentido, el proyecto es de integración incluyendo así la integración habitacional, la urbana-integrando el barrio a la trama urbana- y la socio-económica para el desarrollo económico de las familias.
Es la primera vez que en América Latina que se lleva adelante un proceso de integración participativo en tal escala, lo que está transformando la forma de diseñar e implementar un proyecto urbano. Actualmente, la Universidad de Harvard (Ash Center y HKS) y The New School University de Nueva York, están estudiando este caso participativo como modelo innovador a la hora de diseñar e implementar políticas urbanas. Los primeros resultados de estas evaluaciones demuestran que la participación mejora la calidad de los proyectos, le da a la comunidad sentido de apropiación y en consecuencia mejora la oportunidad de sostener la política en el largo plazo.

Posibilidad de ser puesto en practica en otros territorios

La participación es una forma de democracia deliberativa que transformó la forma de diseñar e implementar la política urbana de la Ciudad de Buenos Aires. Esta experiencia muestra que la participación comunitaria es fundamental para la implementación de la política de vivienda y la sustentabilidad de los procesos y por eso desde el Instituto de la Vivienda ya se está aplicando esta metodología en la integración de otros barrios de la Ciudad de Buenos Aires.
Los primeros resultados del proyecto participativo demuestran que tiene muy buenas posibilidades de ser puesto en práctica en otros territorios porque puede ser implementado a gran escala y de forma efectiva. Es importante destacar, que el proceso participativo no generó costos significativos en el proyecto. Ni en términos temporales (no paralizó la ejecución del programa) cumpliendo con los plazos propuestos en el inicio de la gestión, ni en términos presupuestarios, con un costo del 1,3% del presupuesto total.
Finalmente, como aprendizaje de este programa resaltamos que una de las condiciones más importantes para poner en práctica esta política en otros territorios es la voluntad política de llevar adelante el proyecto. En la medida que haya interés y voluntad, se facilita la priorización presupuestaria para llevar adelante el proyecto.

Objetivos

Solicitud de matriculación

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