La certificación fija los requisitos mínimos para un Sistema de Gestión de Calidad (SGC) empleado en una organización, y supone un paso más en un itinerario iniciado con la declaración de ‘Utilidad Pública’, lograda hace poco más de un año, hacia la mejora de la entidad en sus aspectos organizativos, de gestión y prestación de servicios.

Es una decisión que confirma la apuesta por fortalecer la entidad, y forma parte de la estrategia para dotarla de más transparencia, eficiencia, solvencia y sostenibilidad. La implantación de la ISO 9001 es la norma de calidad con mas reconocimiento internacional, aplicable a toda aquella organización que estén dispuestas a sistematizar su gestión y alcanzar la máxima rentabilidad y eficacia.

El proceso cuenta con distintas etapas que van desde la evaluación previa y análisis de situación, pasando por auditorías en distintas fases y finalizando con la obtención de la certificación. Una vez obtenida, se mantienen auditorias anuales de inspección. Para ello se implantarán protocolos que permitan planear, controlar, y mejorar, aquellos elementos de la organización, que de alguna manera afectan o influyen en la satisfacción de las entidades socias y en el logro de los resultados deseados por la organización.

Hace poco más de un año, el FAMSI lograba la calificación de entidad ‘de utilidad pública’, una consideración que se otorga, entre otros motivos, por promover el interés general, ampliar los beneficios de la actividad más allá de asociados y contar con los medios adecuados y la organización idónea para el cumplimiento de los fines.

El proceso iniciado con la calificación de entidad de utilidad pública, seguido por la consecución de la certificación de calidad ISO 9001, continúa en marcha, con el objetivo puesto en dotar a la entidad de un Plan de Igualdad y un Plan de Sostenibilidad.

Trabajamos por la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Objetivo 16: Promover sociedades, justas, pacíficas e inclusivas.

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